En todas nuestras actuaciones y trabajos realizados nos regimos por el máximo respeto a unas normas éticas, basadas en principios fundamentales para el correcto desarrollo de nuestra profesión.
Estos principios fundamentales son:
La independencia
Para poder asesorar y defender adecuadamente los legítimos intereses de nuestros clientes es necesaria la independencia intelectual y moral del despacho, garantizando de esta forma que se respetarán siempre sus intereses de forma objetiva.
La honestidad
La relación con nuestros clientes, así como con otros profesionales y con la Administración, se basa en la confianza, que requiere de una conducta honesta, leal y veraz, absteniéndonos de comportamientos deshonrosos.
El secreto profesional
La confidencia es una característica básica de la relación con nuestros clientes, guardando secreto profesional sobre todas las confidencias, hechos y documentos que conozcamos por razón de nuestra actuación profesional.